Ante la proliferación de los tatuajes de henna, tanto la Academia Española de Dermatología como la americana (AAD) alertan sobre los peligros del uso de hennas adulteradas, lo que puede producir reacciones alérgicas en la piel más o menos graves.
Según nos confirma el doctor Leopoldo Borrego, Profesor Titular de Dermatología de la Universidad de las Palmas de Gran Canaria y miembro de la AEDV, la henna es una planta que crece de forma natural en áreas subtropicales y en plantaciones para explotación de Pakistán e India. Se utiliza desde tiempos inmemoriales como tinte natural, especialmente en las culturas hindú e islámica.
En sí, la henna natural es bastante segura. Para hacer tatuajes, el polvo de la planta se mezcla con agua, se deja secar la pasta sobre la piel entre una y cuatro horas para que el tinte se fije, y a continuación se desprende la costra seca de henna, mientras el dibujo permanece sobre la piel durante una media de dos o tres semanas.
Cada vez es más frecuente encontrar estos tatuajes en playas, piscinas, parques de atracciones, parques y otros lugares de ocio. Sin embargo, “el problema es que cuando se ofertan estos tatuajes temporales”, explica el Dr. Leopoldo Borrego, “los usuarios no pueden estar las dos o cuatro horas esperando a que se seque el tinte (no se pueden bañar, ni cargar con bolsas o mochilas), con lo que los tatuadores en los lugares turísticos adulteran ilegalmente la henna con parafenilendiamina”, una sustancia de uso industrial que reduce el tiempo de secado hasta los diez minutos, y que puede producir reacciones alérgicas graves cuando se aplica de forma incorrecta. La agencia Española del medicamento ya realizó un aviso sobre esta materia, pero de poca divulgación.
Hay que destacar que algunas de las sustancias que los tatuadores ambulantes ofrecen como henna (suelen llamarla “henna negra”) ni siquiera contienen la planta, sino únicamente tintes industriales.
Legalmente solo existe la henna natural (el polvo de la planta Lawsonia Inermis), pero comercialmente, los productores de Henna le ponen los “apellidos” que quieren, dependiendo de las sustancias que les añadan. Así, es posible encontrar “henna roja”, “henna ayurvédica”, etc. Por “henna negra” se entiende la que contiene parafenilendiamina, y su venta en Europa solamente estaría permitida como tinte de cabello (eso sí, con parafenilendiamina a bajas concentraciones). “Nunca se sabe la concentración de esta sustancia que lleva la henna negra que utilizan los tatuadores temporales”, afirma el dermatólogo.
Entre las reacciones alérgicas que puede producir, las más comunes se encuentran las reacciones cutáneas ampollosas muy graves en el lugar de la aplicación, que pueden llegar a dejar cicatriz tras la curación.