Resulta que en el deseo de «integrar» al inmigrante musulmán (marroquí en gran parte) la Generalitat ha ofertado dar clases de esa religión y de árabe a los alumnos que lo pidan. La medida no parece mala si la intención no fuera aviesa.
Dada la situación actual de la política catalana más bien parece una oferta electoral. Objetivo: engrosar la filas del independentismo a costa de lo que sea. Decirle al inmigrante que se le querrá más por una república independiente que si Cataluña sigue perteneciendo a España (que se le vende como martillo de los herejes y perseguidor del moro).
La neurosis se ha instalado en relación a la política catalana
Esto es a lo que ha conducido la deriva soberanista. Todo lo que se hace se puede interpretar en función de los intereses de esa parte de la sociedad que dicen representar los partidarios de la secesión. Una aberración.
La neurosis colectiva se ha instalado en el imaginario español en relación a la política catalana. Eso sí lo ha conseguido el Sr. Mas, quién -por cierto- si consiguiera su «consulta/referéndum» intentaría que no votasen todos los catalanes que habitan o moran en el resto de España; son sospechosos de contaminación españolista. Se empieza así y se acaba dando carnet de «buen catalán» a los que piensan como el poder.
En realidad a un niño o adolescente marroquí o un argelino, el idioma que le es más útil, para mantener contacto con su país de origen es el francés, oficial en el mismo y utilizado en el tráfico mercantil y la vida civil. O en algún caso, si se quiere ir a sus orígenes profundos: el beréber. Aunque si le preguntásemos a sus padres querrían que aprendiera el castellano, el catalán por supuesto y, probablemente el inglés, que son los que le servirán más en el mundo globalizado en que estamos.
Salamam Aleikum, Sr. Mas
Pero al Sr. Mas, por lo que se ve le encantaría que al entrar en su despacho, el Mozo de Escuadra, tocado de turbante, le saludará con un Salaam Aleikum. Entonces el contestaría: Aleikum Al Salaam. Eso antes que «buenos días» ¡Cosas veréis, amigo Sancho!
No se sí estoy equivocado, pero creo que el Al Andalus estaba al sur. El Franco-condado catalán fue una «marca» carolingia contra el islam. Un valladar europeo frente a la invasión. Es bueno recordarlo ahora que el nacionalismo dice basarse en las raíces medievales de su historia.
Lo que sería bueno para un gobierno liberal de mentalidad amplia, resulta sospechoso para otro localista
Por supuesto que hay que respetar la religión de cualquier ciudadano español y protegerla, lo dice la Constitución. En eso hay que ser beligerante. Pero en el caso del nacionalismo catalán, basado en la invención histórica de unas raíces que se hunden en un medioevo utópico, no deja de ser una contradicción. Por eso levanta sospechas.
la propuesta de la Generalidad del Sr. Mas. sería más propia de un Gobierno liberal, de mentalidad abierta, que busca lo universal, que de un gobierno empeñado en reducir su horizonte a lo local.