Los expedientes de regulación de empleo (ERE) siguen acaparando titulares en el octavo año desde que empezó la gran crisis. Empresas tan conocidas como Bodybell, Blanco, Tau Cerámica o una compañía del Ibex como Indra han anunciado medidas drásticas o están estudiando su aplicación inmediata.
El proceso de recuperación de la economía española –que podría crecer entre un 2,5% y un 3% este año- no está siendo suficiente para sacar del encefalograma plano los balances y las cuentas de resultados de una legión de compañías, afectadas por la debilidad del consumo, el tremendo parón del sector constructor o sus agresivas y fallidas estrategias de crecimiento.
Aunque la foto fija de 2014 dice que el número trabajadores afectados por medidas de regulación de empleo descendió un 58,5% hasta las 157.845 personas y que los despidos colectivos se redujeron algo más de un 51% y que esa tendencia a la baja se está acentuando en 2015, los primeros cuatro meses del año en curso están sacando a la luz las dificultades que siguen sufriendo algunas empresas de primera fila.
El caso de la empresa de perfumerías Bodybell es concluyente, ya que su ERE se extiende a nada menos que la mitad de su plantilla. Es decir, a alrededor de 1.000 personas de 123 tiendas repartidas por todo el país. El de la compañía es un caso de proyecto empresarial fallido desde que Dinamia y N+1 compraron la compañía hace diez año por casi 65 millones de euros.
Asumiendo una gran deuda, la compañía adquirió a su competidor Juteco. Fue el principio del final, porque el grupo jamás cumplió sus expectativas de facturación ni de beneficios y no pudo hacer frente a sus obligaciones financieras. Ahora, los acreedores del grupo ultiman su entrada en el accionariado.
También es muy duro (afecta a 189 personas aunque ha sido rebajado desde el proyecto inicial de más de 330, un cuarto de toda la plantilla) el ERE de un icono del negocio textil como Blanco. El grupo, que tuvo que despedir anteriormente a 711 empleados, presentó el concurso de acreedores voluntario en 2013, y el año pasado el grupo saudí Alhokair se quedó con la mayoría de sus activos comprometiendose a asumir todos los puestos de trabajo.
Sin embargo, la difícil situación financiera del grupo ha obligado a lanzar un nuevo ERE, firmado ya con los representantes de los trabajadores. Para otras compañías como TAU Cerámica, el ERE forma parte de su día a día. Ha lanzado este mes el octavo desde que empezó la crisis. Un trance amargo en el que puede verse muy pronto una empresa del Ibex como Indra, que podría recortar entre 2.000 y 3.500 empleos. La compañía ha dejado de crecer en España, aunque sus negocios internacionales lo hacen a buen ritmo.
Estas compañías son solo la punta del iceberg de un grupo muy amplio de empresas que siguen ajustando sus estructuras para sobrevivir. El año pasado, 10.630 empresas adoptaron medidas de regulación de empleo, una cifra muy alta aunque muy inferior (en un 49,9%) respecto a un año muy duro como 2013.