Hay que echar la vista atrás más de seis años y medio para hallar el nivel máximo histórico del Euribor. Fue en julio de 2008, cuando la referencia para fijar el precio de las hipotecas de la inmensa mayoría de los españoles se disparó hasta el nivel del 5,393%. Desde entonces, y con la única excepción del período comprendido entre enero y julio de 2011, no ha dejado de bajar. Y este mes de marzo cerrará en un mínimo histórico del 0,21%.
Se trata de un desplome espectacular que hace las delicias de quienes ya tienen una hipoteca o de los que van a contratar un préstamo para compra de vivienda en plena resurrección del crédito en España. Bajo mínimos y más allá del debate sobre si aún le queda recorrido a la baja –en cualquier caso, muy limitado- lo que importa es que va a seguir en el suelo durante mucho tiempo.
Con la Eurozona creciendo de forma insignificante y enormes presiones deflacionistas en la región –la tasa de inflación interanual se situó en el -0,2% en diciembre, el primer dato negativo desde octubre de 2009-, el precio del dinero va a seguir en mínimos históricos durante muchos trimestres. Buenas noticias para los españoles endeudados por la compra de una vivienda, que se enfrentan a un escenario de tipos de interés muy estable.
Una expectativa que podría apuntalarse aún más si el Banco Central Europeo (BCE) cumple con las expectativas de inversores y analistas y aprueba en su reunión de este jueves día 22 la compra de deuda pública estatal de los países de la Eurozona. Las adquisiciones, que podrían alcanzar los 600.000 millones en las previsiones más optimistas, no harían sino consolidar los mínimos de siempre de los tipos.
El desplome del Euribor va a supone un gran respiro para los hipotecados, que con los datos de cierre de 2014 en la mano (la referencia cerró en el 0,329%) ven como se sitúa 214 milésimas por debajo del nivel al que terminó el ejercicio 2013. Salvo quienes cuentan con cláusulas suelo en sus hipotecas, el pago mensual para quienes tienen un préstamo mediode unos 100.000 euros con un plazo de amortización de 25 años pasaría de pagar 358,03 a 341,76 euros mensuales, lo que supone una rebaja de 16,27 euros al mes
No serán las únicas alegrías. Ya rozando el nivel del 0,2%, el Euribor está muy por debajo de la horquilla entre el 0,51% y el 0,60% en la que se situaba en los seis primeros meses del 2014. Por lo tanto, si como todo hace prever se consolidan los actuales niveles los hipotecados podrán beneficiarse de nuevas revisiones a la baja.
La otra cara de la moneda
Pero, como siempre no llueve a gusto de todos. Mientras los hipotecados en euros tienen buenas razones para celebrar el momento actual, quienes tienen créditos en divisas extranjeras las tienen para echarse a temblar. El desplome del euro (del 10% desde septiembre hasta fijar el tipo de cambio más bajo respecto al dólar desde 2003) frente a algunas de las grandes divisas mundiales va a encarecer extraordinariamente los préstamos en estas monedas.
Ahora, los préstamos en divisa extranjera constituidos en España se sitúan en cerca de 15.000 millones de euros. Especialmente dolorosa es la factura de quienes han contratado su hipoteca en francos suizos. La decisión del Banco Nacional del Suiza de retirar el nivel máximo de cotización respecto al euro ha provocado que el franco suizo se revalorice un 30%. Un porcentaje que en mayor o menor medida se trasladará a quienes tienen una hipoteca en esta divisa.