Pocos indicadores hay tan fiables para medir el nivel de confianza de los consumidores como el famoso Black Friday o viernes negro en el que los estadounidenses realizan nada más y nada menos que alrededor del 70% de sus compras navideñas. El día de los descuentos por antonomasia será seguido al milímetro por los expertos, a los que no convencerá una mejora de las ventas que no supere el 4% respecto al año pasado.
Los tres años seguidos de fuertes subidas en Wall Street y la mejora de las condiciones económicas de la superpotencia occidental no han conseguido que las ventas crezcan por encima de dicho 4% desde 2011. Después de dos años decepcionantes, es hora de analizar si hay más alegría en los bolsillos de los estadounidenses, que no acaban de creerse la fortaleza de la primera economía del mundo.
También será una buena piedra de toque en España, donde el viernes negro va ganando adeptos poco a poco desde que en 2012 se puso en marcha el experimento en la piel de toro. Inditex, El Corte Inglés, Media Markt o Fnac están entre los grupos que han probado suerte en un Black Friday que dará muy buenas pistas sobre el esperado aumento del consumo navideño de los españoles.
Algunas cadenas están esperando a los resultados antes de decidir si afrontan nuevas contrataciones de personal para afrontar el mes de diciembre. Descuentos, supresiones del IVA, ofertas online… Todo está preparado para un lunes negro todavía sin tradición en suelo español pero que permitirá testar hasta qué punto están justificadas las optimistas expectativas del comercio minorista.