Ureña ha explicado que "estamos ilusionados con el tema", pero que es "muy delicado", ya que supone una "gran responsabilidad para el artista", y no hay plazos ni fechas establecidas de entrega.
El pintor tiene que presentar un boceto, que tendrá que ser aprobado y pasar por varios controles, debido a la gran importancia que tiene plasmar una obra en una cúpula del Pilar.
Así lo ha manifestado el arzobispo este jueves, en declaraciones a los medios de comunicación, durante la firma de un convenio de colaboración con la Fundación DFA para la cesión de tres sillas de ruedas al Museo Diocesano de Zaragoza, de modo que se faciliten los accesos al mismo.