«El hecho de que una estrella visible a simple vista aparezca sobre nuestras cabezas es un acontecimiento astronómico realmente raro que no sucede muy a menudo», ha explicado el portavoz de Iberus Medioambiente, José Jiménez Garrido, que ha indicado que «difícilmente ninguno de los que viven en la actualidad vuelva a verlo».
El nuevo astro pertenece a la constelación de Delfín y forma parte de un sistema binario compuesta de dos estrellas donde la más masiva le roba materia a la otra, según han explicado los científicos. De este modo, al colapsarse y comprimirse violentamente, «alcanza temperaturas tales que dan lugar a determinadas reacciones termonucleares que producen descomunales cantidades de energía y luz».
Por otra parte, la empresa española considera que ha tenido «mucha suerte» al presenciar el fenómeno «en un momento de la historia en que se puede entender más o menos qué es lo que se está viendo».