Según ha informado en una nota UGT, en esas fechas se constituyó una mesa de seguimiento para controlar estos tipos de actos, donde estaban los sindicatos, la patronal Asaja, Inspección de Trabajo y Centro de Seguridad e Higiene y Delegación de Empleo. En esta mesa UGT propuso medidas para combatir este tipo de abusos, a la cual la parte empresarial se "opuso ha aceptar estas medidas".
Por lo tanto se pone de manifiesto que hay empresas que aún "toleran y practican este tipo de abusos contra los trabajadores, porque no solamente son los ciudadanos rumanos los que practican estos abusos, sino que hay empresas españolas que no cumplen con los salarios y horarios que estipula el convenio del campo", asegura UGT.
Por lo tanto Fitag-UGT Sevilla exige "un control exhaustivo por parte de la Administración y hacemos un llamamiento urgente a la parte empresarial para sentarnos y tomar medidas para que esto no siga ocurriendo".