Dijo que no. Que no tenía nada que ocultar, que el caso de los ERE no tenía nada que ver con él. Pero Griñán ha acabado reconociendo que sí, que el caso de los ERE sí ha podido influir en su decisión de decir adiós a su responsabilidad deprisa y corriendo. En una entrevista con Sur.es, reconoce que el caso de los ERE «indudablemente ha influido en mi salida del Gobierno».
Eso sí ha considerado que es injusto y que se ha sentido dolido por la forma en la que se le ha tratado en este caso. «He visto el daño que causaba a la Junta de Andalucía y he preferido dar un paso atrás». El presidente de la Junta se defiende de lo que él considera maltrato, pero los grandes maltratados en este caso han sido los andaluces, aquellos que han visto como un dinero destinado al paro ha ido a pasar a los bolsillos de unos pocos. Y todo ello con Griñán en los puestos de responsabilidad. El caso ERE con más de 100 imputados no es un caso de unos cuantos sinvergüenzas. Que lo son. Es una trama bien montada de la que algunos dieron fe y no se les escuchó.
Griñán sabía que los ERE le iban a devorar antes de presentarse a las elecciones. Pero lo hizo. Le preguntaron si daría un paso atrás, si no creía que una persona sin mochilas le daría un mejor resultado al PSOE. Dijo que no se le pasaba por la cabeza. Se presentó. Y perdió. Por primera vez en la historia. Solo una coalición con IU le sostuvo. El mismo partido que arremete, como debe ser, contra Bárcenas, calla el desfalco de las cuentas públicas en el caso de los ERE. «Puede que algo haya influido», se permite decir Valderas, que sigue en su sillón.
Pero parece que Griñán ha visto la luz y decide irse ahora por el bien de Andalucía. Con el poder en la mano y la capacidad de influir en el PSOE. Porque tiene el poder en Andalucía, ese que ahora deja en manos de Susana Díaz, su más fiel escudera.
Griñán dice que no dará consejos a Susana Díaz, casualmente uno de sus grandes apoyos y sucesora. Y sigue hablando de elecciones primarias en Andalucía (solo se presentó Susana Díaz, el resto no tuvo los avales suficientes) y cree que el proceso se hizo con total transparencia. Cosas de los políticos. Fue tan transparente y tan legal como el nombramiento de Rajoy en un Congreso Extraordinario en el que nadie dijo ni pío. Así es la democracia de los partidos.
El martes renunciará y será sustituido por Susana Díaz
Este martes se celebrará el primer Consejo de Gobierno del nuevo curso político, tras el paréntesis de las vacaciones estivales. El jueves, Griñán se incorporaba a su despacho en el Palacio de San Telmo, donde ha mantenido diversas reuniones, que han apuntado que está previsto que sea él quien comparezca ante los medios de comunicación tras la reunión del Consejo de Gobierno.
Una vez que Griñán anuncie su renuncia al Consejo de Gobierno, será trasladada a la Presidencia del Parlamento andaluz para que se inicie el proceso de elección de la nueva persona que estará al frente de la Junta. El Comité Director del PSOE-A propondrá el jueves a la actual consejera de Presidencia e Igualdad, Susana Díaz, como candidata a la Presidencia de la Junta.
Pero Griñan puede ser nombrado senador… con lo que sería aforado y estaría lejos del alcance de Alaya
Una vez que deje la Presidencia de la Junta, Griñán seguirá ostentando el cargo de secretario general del PSOE-A y de presidente federal del partido, según anunció él mismo el pasado 24 de julio. Se ha especulado con la posibilidad de que fuera nombrado senador en representación de la comunidad. Y esa es una de las claves que explican ahora el adiós de Griñán.
Fuentes socialistas dan por hecho que eso será así como «corresponde» a una persona que ha estado al frente de la Junta y que ostenta actualmente el cargo de presidente del PSOE. Aforado. Alaya fuera de órbita. Griñán podría renunciar a todo y esperar acontecimientos. Sería la mejor forma de salvar ese honor que parece ha sido mancillado. Y recibiría el aplauso de muchos. Y merecería disculpas. No parece que lo vaya a hacer. En la entrevista con Sur.es habla de regenerar, de dejar a la gente joven, de cambiar de ciclo, pero él seguirá en el machito.
Griñán asumió la Presidencia de la Junta el 23 de abril de 2009, en sustitución de Manuel Chaves, que dejó el cargo para incorporarse al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. José Antonio Griñán era en aquel momento vicepresidente segundo y consejero de Economía de la Junta.
Con Griñán de candidato el PSOE dejó de ser la fuerza más votada por primera vez
Tras las pasadas elecciones autonómicas de marzo de 2012, Griñán fue reelegido como presidente de la Junta, en virtud de un pacto entre PSOE-A e IULV-CA. En dichos comicios, el Partido Socialista, por primera vez en su historia, dejaba de ser la fuerza más votada, desbancado por el PP-A, que, no obstante, no logró la mayoría absoluta que auguraban numerosas encuestas.
Un año y tres meses después de esas elecciones, Griñán aprovechaba su intervención inicial en el pasado debate sobre el Estado de la Comunidad, celebrado en junio en el Parlamento, para anunciar que no optaría a la reelección como presidente de la Junta en los próximos comicios autonómicos, que »tocan» en 2016. A partir de ese día se sucedieron los acontecimientos –con primarias del PSOE-A, de por medio, para elegir a un candidato–, hasta que el pasado 24 de julio Griñán anunció que dejaría la Presidencia de la Junta a principios de septiembre.
Explicó que las razones que le habían llevado a tomar esa decisión eran «varias y de distinta naturaleza», aunque las más «determinantes» fueron las personales y familiares.
Ante el Comité Director del PSOE-A, en su calidad de secretario general, explicaba que había tomado una decisión «de futuro, desde la responsabilidad y ejecutada con transparencia». «Es la mejor decisión para agotar la legislatura y para fortalecer la estabilidad del Gobierno de Andalucía», dijo Griñán, descartando la convocatoria de elecciones anticipadas. También es la mejor decisión para él Que no se engañe… y que no nos engañe.