Después de que la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDH-A) haya pedido retirar el cartel del Ayuntamiento de Sevilla para la campaña de sensibilización sobre la violencia de género, por unir esta lacra sólo a «la prostitución y la religión musulmana», el Consistorio ha recordado que los jóvenes estudiantes autores de las imágenes «no han pretendido representar un ataque a las creencias y prácticas religiosas de algunos países, sino a aquellas prácticas que atentan a los derechos humanos de las mujeres por el hecho de serlo».
«Han querido visibilizar la explotación sexual que sufren las mujeres en mucha mayor medida que los hombres (..) También visibilizan los estudiantes en la campaña, aquellas prácticas culturales que son nocivas para las mujeres, que en este caso se representa a través del «burka», pero que también puede tener otra representación en la mutilación genital femenina, la lapidación, los matrimonios forzados, los abortos selectivos, etc».
«Con este ejemplo, no han pretendido representar un ataque a las creencias y prácticas religiosas de algunos países, sino a aquellas prácticas que atentan a los derechos humanos de las mujeres por el hecho de serlo. Existen países donde el uso de esta prenda es obligada por el propio Estado, hecho que estos escolares denuncian en la campaña, y ello acompañado por la prohibición a las mujeres del ejercicio de derechos y libertades que son necesarios para el desarrollo vital de una persona: a la educación, a una sanidad, a la libertad de circulación, etc», explica el Consistorio.