El objetivo, según ha indicado el delegado este martes en rueda de prensa, es «garantizar los derechos de los consumidores» y «comprobar que los comercios cumplen la normativa vigente» durante el periodo de rebajas de verano.
Durante la campaña de verano de 2014 la Junta de Andalucía inspeccionó 112 establecimientos comerciales, se levantaron 122 actas y las sanciones oscilaron entre los 500 y los 1.500 euros, dependiendo de la infracción cometida.
Junto a la jefa del Servicio de Consumo en Málaga, Raquel Cantero, el delegado ha declarado que una de las prioridades es «informar y asesorar» al sector a través de un mayor número de visitas a los comercios para dar a conocer los «requisitos necesarios para llevar a cabo las ventas promocionales».
Ha indicado que en el mes de julio se realizarán el 80 por ciento de las inspecciones y que se controlarán distintos aspectos como es la información sobre los precios, es decir, debe aparecer el precio habitual y el rebajado.
Asimismo, ha hecho hincapié en que no se deben «mermar» los derechos de los compradores, además de que los artículos rebajados se tienen que encontrar en «perfectas condiciones» y que no se hayan adquirido únicamente para el periodo de rebajas, sino que se encontraban en el comercio al menos con un mes de antelación. Además para que los establecimientos anuncien rebajas tienen que tener descuentos en más de la mitad de los productos.
«Con ese refuerzo de las tareas de información y asesoramiento se da una mayor relevancia a la función de tutela de la Administración frente a la eminentemente sancionadora», ha añadido.
«DOBLE VUELTA»
Ruiz Espejo ha destacado que en esta inspección se va a hacer una «doble vuelta» y es que, una vez comprobados los establecimientos, si presentan alguna deficiencia tendrán 10 días hábiles para corregirla, ya que, según el delegado, «el objeto primordial no es la sanción sino la adecuación según la normativa».
Entre las recomendaciones que desde la Junta se van a dar a los consumidores se encuentran la de comprar lo que se necesita, evitar comprar compulsivas, comprobar que los productos tienen el precio original, conservar el tique de la compra y rellenar una hoja de quejas si se tiene algún problema.
En las campañas de inspección de otros años, ha recordado Ruiz Espejo, ha declarado que entre los incumplimientos más detectados se están el no contar con el doble precio en los artículos, la ausencia de indicar la duración del periodo de rebajas, el anuncio de las rebajas sin que los descuentos afecten a la mitad de los productos y «la falta de veracidad» de las ofertas.
Ruiz Espejo ha afirmado que las actuaciones que se realizan en la campaña de rebajas se hacen de forma coordinada entre la Inspección de Comercio y la Inspección de Consumo de la Junta de Andalucía, con la finalidad de «evitar que se puedan repetir actuaciones inspectoras en un mismo comercio y optimizar los recursos».