En uno de ellos se ha simulado un accidente de autobús, donde varios cartones representaban el perfil de las víctimas, hombre o mujer, niño o niña, etcétera. Coordinados por los profesores del curso, los alumnos han tenido que llevar a cabo un reconocimiento de cada uno de los cuerpos para identificar heridos y fallecidos. Acto seguido, han trasladado a los más graves a un centro de atención avanzado, lugar en el que han recibido el primer tratamiento antes de transportarlos en ambulancia.
Cerca de allí se encontraba una ambulancia en la que otro equipo de instructores y alumnos ha aplicado lo aprendido durante el taller dentro del vehículo, utilizando para ello todos los instrumentos sanitarios para tratar el trauma. La evaluación inicial de un paciente accidentado, ejecución de las medidas oportunas, correcto traslado en ambulancia y la recepción en el hospital se han convertido en la fórmula más repetida a lo largo de la semana.
En el interior de la residencia de La Rábida se han ensayado el trauma pediátrico y el de vía aérea difícil, dos tipos de trauma en el que los asistentes han manejado la inmovilización cervical con el objetivo de tratar a una madre y a su bebé, inconscientes por inhalación de humo. En la sala contigua, una persona incapaz de respirar ha obligado al grupo a aprender el funcionamiento de los instrumentos que tenía a su alcance.
El curso de SEMES-ITLS, que dirige el coordinador autonómico de SEMES-ITLS Andalucía, Ignacio Pérez Hidalgo, y organiza la UNIA, ha aportado a sus alumnos los conocimientos necesarios en las destrezas para la rápida evaluación, estabilización, transporte y recepción en el hospital del paciente de trauma. Además, se trata de una actividad académica acreditada con 16,7 créditos por la Comisión de Formación Continuada.