Cuando los antiinflamatorios no hacen efecto en las tendinitis se puede plantear el uso de infiltraciones. Las infiltraciones son instilaciones de una solución compuesta por un anestésico y un corticoide directamente en el sitio de la lesión.
Esto produce un alivio sintomático del dolor por parte del primero y una disminución de la inflamación por parte del segundo. Las infiltraciones gozan de mala prensa y muchas personas piensan que son perjudiciales. Nada más lejos de la realidad. Una infiltración bien realizada puede ser la solución definitiva para una tendinitis.
Si bien es verdad que los reumatólogos no recomendamos más de 3 infiltraciones en la misma articulación por el riesgo de rotura del tendón y que, en ocasiones, a pesar de la infiltración no se logra mejorar la lesión. Las infiltraciones deben ser una terapia más en el caso de las tendinitis.