Los tapones de cera constituyen las más frecuente y la más benigna de las causas de sordera en el ser humano. El cerumen es producido por las glándulas ceruminosas que se encuentran en el tercio externo del conducto auditivo externo y tiene una función protectora sobre la piel del mismo. En condiciones normales se elimina por evaporación.
Las causas que determinan una alteración en su producción o eliminación no son bien conocidas pero cuando su acumulación tapona completamente el conducto genera un cuadro de sordera acompañada de sensación de obstrucción u oído taponado.
Es típica la presentación durante la ducha o un baño que produce la rehidratación de restos de cerumen que terminan ocluyendo el conducto. Sin embargo estos síntomas de sordera y sensación de taponamiento también suceden en patologías más graves como algunas otitis medias o sorderas súbitas, cuyo tratamiento es más complejo y cuyas secuelas pueden ser invalidantes. Por lo que ante dicha sintomatología se impone la exploración médica con otoscopio.
Una vez confirmada la presencia de tapón de cerumen, el tratamiento es la extracción que se realizará mediante lavado con agua templada y, si existen antecedentes de perforación timpánica, es mejor extraer el tapón con un ganchito o con aspiración otoscópica. En algunas ocasiones, para facilitar la extracción se pueden usar gotas de diferentes sustancias (como el agua oxigenada) que reblandecen el tapón y facilitan su extracción.