No. Aunque con muchos tratamientos quimioterápicos se puede caer el pelo, la caída no suele ser absoluta y, además, en el casi el 100% de los casos se recupera aunque se haya producido lo que denominamos alopecia (calvicie).
El motivo de este especial y característico efecto secundario radica en la afinidad que tienen los quimioterápicos por atacar nuestro material genético y, en especial, el de aquellas células que tienen un rápido recambio celular (piel, mucosas, intestino, …). Entre ellos están el pelo, que es una forma de tejido epitelial.
Se han intentado diferentes formas para evitar o minimizar esta caída del cabello pero ninguna es lo suficientemente efectiva como para que se recomiende de manera rutinaria. Como anécdota decir que, algunas veces, tras la alopecia, el pelo que vuelve a salir es diferente, pudiendo cambiar incluso de liso a rizado.