Los terceros molares, cordales, o «muelas del juicio» suelen erupcionar entre los 16 y 25 años, aunque a veces salen mal o no salen. Si le han realizado a los 39 años una ortopantomografía o radiografía panorámica de la boca y no aparecen los cordales quiere decir que estos dientes no se han formado ni se van a formar, y que presenta una agenesia o ausencia de los mismos; lo que ocurre al 10% de la población adulta.
Su ausencia parece deberse a la progresiva reducción evolutiva del tamaño del maxilar en la especie humana, en relación con los cambios de los hábitos alimenticios. Otros autores lo relacionan con una anomalía del desarrollo de formación de la lámina dentaria, que ocurre entre el quinto mes de vida intrauterina y el nacimiento
En jóvenes, la ausencia de una pieza dental puede ocasionar el desplazamiento de los dientes vecinos para ocupar el espacio libre, lo que pudiera acarrear alteración en la oclusión de los dientes y es posible que pudiera precisar de aparatos de ortodoncia para su corrección estética y funcional.
La agenesia de los 4 molares en un individuo adulto no supondrá ningún problema nuevo y no suele producir problemas estéticos ni funcionales.
El porcentaje de agenesia de alguno de los terceros molares es del 20 al 30%, la falta de los cuatro molares aparece hasta en un 11% de los individuos.