Es importante antes de iniciar un viaje conocer la situación sanitaria y ambiental del lugar a visitar. En determinados destinos habrá que adoptar diferentes medidas profilácticas, que nos podrán indicar en nuestro Centro de Vacunación Internacional de referencia.
El botiquín debería contener los medicamentos, el material de curas, los informes y la documentación médica que puede ser necesaria en un momento determinado para atender cualquier problema de salud, generalmente de tipo leve, que puede tener el viajero.
Entre los medicamentos que debería de contener estarían:
Para el dolor o la fiebre: analgésicos-antitérmicos como paracetamol
Para dolor de mayor intensidad o inflamaciones: antiinflamatorios como diclofenaco, naproxeno o ibuprofeno, o analgésicos como metamizol.
Para la diarrea sales de rehidratación oral; si esta fuese más severa y siempre que no se acompañe de fiebre, medicación antidiarreica con loperamida o similar.
Ante posibles reacciones alérgicas o picaduras de insectos: medicamento antihistamínico oral y algún producto tópico para aliviar las molestias de las picaduras. Según la zona a donde viajemos se podrían incorporar repelentes de insectos
Si se va a hacer un viaje en barco o si hay personas que se marean con facilidad medicamentos para el mareo.
Seria recomendable evitar relaciones sexuales esporádicas y usar siempre protección sexual con preservativos; además de llevar el método de contracepción utilizado habitualmente.
También debemos llevar termómetro, gasas, antisépticos locales para desinfectar heridas o rozaduras, tijeras, pinzas, esparadrapo, tiritas, vendas, etc.
Si precisan cuidado de los ojos, valorar la necesidad de llevar lágrimas artificiales, gafas de sol, líquidos conservantes de las lentes de contacto, etc.
Para la higiene personal pañuelos de papel, toallitas humedecidas.
En determinados destinos se deben de llevar cremas para la protección solar con factor número 12 o superior, medicamentos antipalúdicos, etc.
Es muy importante que las personas con enfermedades crónicas lleven actualizados sus informes médicos junto con el tratamiento farmacológico habitual suficiente para el viaje. Seria recomendable llevar duplicados de estos informes y de los fármacos y ubicarlos en dos sitios distintos por si se extraviase parte del equipaje.
Personas con determinadas patologías de base deberían de consultar con su médico la posibilidad de llevar otros fármacos (antibióticos, antidiarreicos, etc.) por si surgen situaciones imprevistas.