Cuando nos encontramos con una persona inconsciente es importante valorar la posibilidad de que la persona esté siendo víctima de una parada cardiaca. La parada cardiaca no es más que la ausencia del latido cardiaca secundario a un evento normalmente agudo. Es conveniente diferenciar (algunas veces incluso a los médicos nos cuesta) la parada cardiaca de la muerte natural. La parada cardiaca es una entidad potencialmente reversible y no así la muerte. Una persona en parada cardiaca puede ser susceptible de ser recuperada con una serie de maniobras de resucitación.
Para detectar una víctima de una parada cardiaca debemos acercarnos a la persona y buscar la presencia de signos vitales como ronquido, intento de respiración, balbuceo, etc. En caso de tener experiencia en detectar el pulso podemos buscar pulso en el cuello o en la ingle. En caso de no encontrar pulso estamos ante un caso de parada cardiaca. Siempre que se dude es conveniente tratarlo como si lo fuera y siempre actuar como tal.