La trombosis y el derrame son formas coloquiales de denominar a la hemorragia y al ictus que son las dos manifestaciones de una entidad que produce muy alta mortalidad y muchas limitaciones a quien la padece: el accidente cerebro vascular agudo o ACVA.
El cerebro como todos los órganos del cuerpo esta irrigado por arterias. Incluso, debido a su importancia, las arterias cerebrales de uno y otro lado se entrelazan para mantener siempre un flujo sanguíneo basal que permita su correcto funcionamiento. Estas arterias pueden sufrir dos problemas. Lo primero que se puede producir es una obstrucción al flujo de sangre, a esto se le denomina ictus (trombosis de forma coloquial). Dependiendo de donde se produzca los síntomas serán unos u otros.
Si se produce en la parte de cerebro que controlan los músculos de las piernas y brazos se queda paralizado ese lado del cuerpo, si se produce en la zona del campo visual la clínica será la ceguera, etc. La obstrucción de estas arterias se produce por pequeñas partes rotas de las placas de arterioesclerosis que se encuentran en las mismas arterias o de émbolos que se producen en el corazón secundario a una arritmia. Hoy en día los tratamientos para el Ictus han experimentado un avance muy importante. En numerosos casos podemos tratar esta obstrucción con un fármaco que disuelve el trombo consiguiendo la remisión de los síntomas.
La segunda forma de lesión en las arterias cerebrales es la hemorragia. Por una alteración de las paredes de esas arterias o por un golpe que produzca la rotura de las mismas se puede producir una hemorragia dentro del cerebro. El cráneo actúa como protector del mismo pero en este caso actúa como una cárcel. Dentro del cráneo el cerebro no puede expandirse por lo que la sangre va comprimiendo las estructuras cerebrales de forma paulatina. De la misma forma que el ictus dependiendo de que zona se altera presentara unos u otros síntomas aunque en este caso son mas larvados e inespecíficos y mas progresivos. El tratamiento depende mucho también de donde se produzca el sangrado. Si este se produce es las capas más superficiales el abordaje por cirugía es más sencillo y tiene mejor pronostico, si se produce en el centro del cerebro la evolución es mala. El tratamiento es, siempre que haya oportunidad, mediante cirugía.
En cualquier caso en seguida que presenciemos alguien que presenta alguna alteración en forma de falta de fuerza de forma brusca o pérdida de alguna capacidad mental es conveniente avisar al 112.