La pauta más saludable para practicar ejercicio físico es la siguiente: sesiones de 20 a 60 minutos diarios, entre tres y cinco días por semana. Y combinar ejercicio de tipo aeróbico con algo de musculación suave.
Ésto sirve como norma general, aplicable a personas sanas que practican deporte para encontrarse bien y como parte de un estilo de vida saludable.
Existen algunas excepciones, como es el caso de determinados tipos de enfermedades en los que está indicado el ejercicio físico como parte importante de su tratamiento (en combinación siempre con la medicación, por supuesto). Estoy hablando de la diabetes y la hipertensión arterial por ejemplo. Dichos pacientes, deben practicar ejercicio TODOS los días de la semana, puesto que la dosis de fármacos a tomar, depende directamente de la cantidad de actividad física realizada. En estos casos, es conveniente que el ejercicio sea lo más regular posible en intensidad, duración y frecuencia.
El resto de las personas, como decía al principio, deben descansar al menos un día de la semana (y a ser posible dos) para no fatigar en exceso al cuerpo y sufrir lo que llamamos “sobreentrenamiento”. Situación de la que hablaremos en otra ocasión pero que ya adelanto que es perjudicial para nosotros.