Los alambres protagonizan la típica estampa del sorteo de Navidad, cuando los niños de San Ildefonso insertan con cuidado las bolas una a una, previamente agujereadas, por un hilo de metal donde se van agrupando una vez han sido cantadas. Se usan tanto en las bolas para números como para premios.
También son conocidas como varillas por su forma y su composición metálica. Cada una puede contenener hasta 20 bolas y cada grupo de 10 varillas forma una tabla.