La vela ha vuelto a dar una alegría al deporte español. Esto ha sido gracias a la medalla de .. lograda por Tamara Echegoyen, Sofía Toro y Ángela Pumariega en la Match Race. Se da la circunstancia de que »Chiquitas Team», nombre con el que es conocida la embarcación española después de que un regatista portugués les bautizara así porque le hacía gracia escuchar cuando les decían »Chicas a comer», tres años atrás no se conocía.
Y es que los de Londres han sido los primeros Juegos Olímpicos en los que se podía competir en la Match Race en categoría femenina. A finales de 2008 Echegoyen y Toro empezaron a navegar juntas en esta modalidad simplemente para probar.
La cosa fue bien y en marzo de 2009 Pumariega se ofreció para emprender el sueño olímpico con ellas. Tanto que dejó su Asturias natal para irse a vivir a Galicia, donde las regatistas españolas tenían su »cuartel general» en el centro de tecnificación de Villagarcía de Arousa. De hecho, renunció a trabajar en la empresa de su padre, en la que tenía un puesto fijo tras haberse licenciado en Económicas, porque para ella las regatas eran su vida.
Pese a que no se conocían, desde un principio hubo muy buen rollo entre las tres, algo que al final ha sido clave para su éxito. Sin embargo, el camino para lograr el metal no fue sencillo, ya que en 2009 se quedaron fuera del equipo preolímpico porque quedaron quintas en el Campeonato de España.
Ésto en lugar de hundirlas no fue más que un aliciente para seguir trabajando duro. Éste dio sus frutos un año despuñes, ya que en 2010 se impusieron en el Campeonato de España, lo que les permitió entrar en el equipo preolímpico y empezar a competir a nivel internacional.
También a principios de ese año se subieron por primera vez al Elliott, el barco elegido para la competición de Match Race en los Juegos Olímpicos. Tras visonar muchos vídeos de regatas de Match Race, estudiar a fondo su reglamento y echar muchas horas en el agua el 27 de abril fueron seleccionadas como representantes españolas en Londres 2012. Aunque lo mejor para ellas estaba aún por llegar. Uno de los rituales que les ha llevado al éxito es bailar la canción »Una vaina loca» antes de cada regata.