Wayne Rooney o »Bad Boy», como le apodan en el Manchester United, es un delantero de 26 años procedente de Liverpool. Comenzó como futbolista profesional en las filas del Everton inglés, aunque pronto calló en las manos de Alex Ferguson, quien vio sus virtudes y lo adoptó en Manchester como un pupilo más. Su alta capacidad goleadora (34 goles en tres temporadas) y su fuerza física fueron las credenciales de su carta de presentación en los »Red Evils». En siete temporadas con Ferguson ha sido capaz de marcar 181 goles y la primera bala de la que echa mano el »Sir» para doblegar a los rivales.
Aunque es un gran goleador y sus condiciones futbolísticas son envidiables, no le llaman »Bad Boy» por ponerle un mote. El ariete inglés tiene mucho genio y se »enciende» mucho cuando las cosas se empiezan a torcer en los partidos, cuando las cosas no le sale bien. A lo largo de su carrera futbolística han sido muchos los desencuentros que ha tenido tanto con árbitros como con jugadores rivales y del mismo equipo. Incluso el famoso boxeador Mike Tyson se presentó voluntario para hacer de »guís espiritual» para calmar a Rooney y encauzarle por el buen camino. El club no dejó de lado al delantero y se esmeró para que Wayne calmase su bestia interior. Los progresos son visibles, ya que desde que Rooney deja su agresividad en el vestuario ha crecido como jugador y se ha convertido en un delantero de referencia internacional.
Su potente físico, el hambre de victoria, su gran salto y el disparo feroz del que hace gala en cada partido hacen de Rooney un punta fundamental en la selección inglesa idóneo para derrivar cualquier línea defensiva que se atreva a hacerle frente. Su puesto natural es el de »9», pero tanto en el Manchester United como en la selección inglesa ya le han situado en ambas bandas para que desborde con su velocidad, irrumpa en el área y sorprenda al portero rival con sus fuertes disparos.
Es un »tanque» puro que tendrá que esperar a que su selección pase a cuartos de final para poder participar en el torneo, ya que Wayne tiene una sanción de tres partidos por agredir a un rival montenegrino en la fase de clasificación para la Eurocopa 2012. Prueba de su enorme calidad es la confianza que ha tenido el seleccionador inglés, Roy Hodgson, para convocarle a pesar de que no puede jugar la fase de grupos. Rooney tiene el cañón preparado para perforar las porterías rivales y desea ganar un torneo en el que Inglaterra nunca ha llegado a la final y del que no pudo disfrutar en 2008 en Austria y Suiza al no clasificarse.