Con 91 partidos como internacional (6 goles), Christian Poulsen, un veterano »trotamundos» de 32 años, fue confirmado el miércoles como capitán de Dinamarca, a pesar de una temporada donde las lesiones apenas le han dejado un mínimo de continuidad.
«Después de un Mundial-2010 difícil por las bajas de varios lesionados, hemos dado la oportunidad a una nueva generación en las eliminatorias para la Eurocopa. Eso es una buena señal para nuestro fútbol», celebró el jugador del Evian (1ª división francesa).
La Eurocopa-2012 es su cuarto gran torneo, después del Mundial-2002, la Eurocopa-2004 y ese Mundial de 2010.
«Practicamos un juego más técnico, con una organización en 4-3-3. Estoy seguro de que podemos dar la sorpresa este verano y demostrar lo que veníamos demostrando desde hace un año», asegura este rubio corpulento, prototipo de danés.
«Obviamente, no somos los favoritos. Representamos a un país pequeño, pero nuestro entrenador, Morten Olsen, tiene mucha experiencia. Cree en el equipo, que es muy combativo», destacó.
«Vamos a confiar en nuestro estilo de juego, que no es sólo de defender y despejar lejos. Creemos en nuestras opciones, pero siempre respetando a los demás», explica.
Poulsen empezó a lucir el brazalete de capitán después del Mundial-2010, pero su paso por el Liverpool inglés, donde apenas jugó la pasada campaña (12 partidos) le pasó factura y le hizo abandonar la titularidad también con Dinamarca.
Con la voz de la experiencia y el buen conformar de quien sabe que todo puede cambiar en cualquier momento, se limita a destacar el talento de los jóvenes del equipo, a quien intentar «ayudar siempre en lo que pueda».
Su combatividad en el campo es uno de los aspectos que más gustan a Morten Olsen, aunque en esta Eurocopa su estado físico es una incógnita tras los problemas físicos que ha sufrido recientemente, especialmente problemas en un muslo y en la espalda.
Después de diez años fuera de su país, queda libre al final de esta temporada del Evian francés, al que ha ayudado a mantenerse en la élite.
De sus estancias en clubes de Alemania (Schalke 04), España (Sevilla), Italia (Juventus), Inglaterra (Liverpool) y Francia, conserva una especial huella de la Liga y su etapa en el club andaluz, con el que vivió alguna de sus mejores noches en un campo de fútbol.
«Pasé dos años extraordinarios en el Sevilla (2006-2008), con el que gané principalmente una Copa de la UEFA y una Supercopa de Europa. Teníamos un equipo joven que hacía un buen fútbol. Ganamos cuatro títulos y jugué en estadios en los que el ambiente era fantástico» subrayó.
«En cada uno de los países donde estuve tuve cosas más o menos buenas, incluso en el Liverpool, donde jugué poco. Es un club estupendo, del que guardo un recuerdo estupendo», relata.
Ahora no sabe cuál será su futuro, si continuar en el Evian francés, «un equipo pequeño donde he disfrutado jugando» un campeonato «muy abierto y difícil», o bien probar un nuevo destino, que no sería obligatoriamente una vuelta a Dinamarca, como se rumorea con insistencia.
«Tengo que estudiar todo eso y considerar qué es mejor para mi familia, para mis tres niños y mi esposa», concluye.
Por el momento, no hay más futuro que el debut del sábado en la Eurocopa ante Holanda en Járkov y luego los otros dos partidos de la llave, contra alemanes y portugueses.