Cada vez son más jóvenes los que deciden sus estudios por vocación y no por las posibilidades de empleo que ofrezcan a largo plazo. Pese a haber sufrido una crisis económica y acumular un 50% de paro entre los menores de 30, los jóvenes españoles no tiran la toalla.
Esta semana muchos conocerán los resultados de la «nueva» Selectividad y a la hora de elegir su carrera un 74% asegura que decidirá en función de lo que le apasiona. Algo muy distinto a lo que respondían sus padres al ser preguntados. Entre los españoles que ahora tienen entre 45 y 50 años, solo un 53% dice que eligió sus estudios por vocación.
Luego no hay trabajo, pero ¿y qué?
“Si algo caracteriza a las nuevas generaciones es que su principal motivación en todo lo que hacen es ser felices. Aspecto que se refleja, también, en las decisiones relacionadas con su vida laboral. Muchos jóvenes dan más importancia a su vocación que a la demanda profesional existente o al nivel salarial que puedan alcanzar”, explica Dominique Cerri, Directora General de InfoJobs.
Sí, es posible que luego no encuentren trabajo de lo suyo, pero no importa. Al menos habrán pasado unos buenos años estudiando lo que les gusta. De hecho, la mayoría de los españoles actualmente en activo no están empleados de algo relacionado con sus estudios.
Según un informe de Infojobs, los principales motivos por los que los españoles que estudiaron por vocación no trabajan actualmente de lo que han estudiado son: por voluntad propia (el 41% de la población activa) y, en segundo lugar, porque no hay trabajo de lo que estudiaron (el 35%).
Si nos fijamos en aquellos que estudiaron pensando en su futuro laboral, el 47% no trabaja de lo que estudió porque ha decidido proactivamente dar un cambio de rumbo.
¿Y se arrepienten?
No obstante, el 78% de la población activa que ha elegido sus estudios por vocación afirma que no se arrepiente de su decisión.
Aquéllos que sí se arrepienten actualmente de los estudios elegidos declaran que cambiarían su formación hacia una vertiente tecnológica o sanitaria, u optarían por la formación profesional. Si tenemos en cuenta el género, el 42% de los hombres optaría por estudios superiores de ingeniería o tecnología, mientras que el 27% de las mujeres consideraría formarse en estudios sanitarios.