Las empresas de telecomunicaciones AT&T y Verizon han anunciado este miércoles que dejan de poner anuncios en Google (Alphabet). Se suman así a una larga lista de anunciantes que se retiran de la plataforma porque incluye sus anuncios en contenidos inapropiados.
“Estamos profundamente preocupados por que nuestros anuncios hayan salido en vídeos de YouTube con contenido que promueve el terrorismo y el odio”, se lee en un comunicado de la AT&T en el que advierte de que esto será así hasta que “Google garantice que no vuelve a ocurrir”.
Todo comenzó hace seis días con un reportaje de The Times en el que mostraba vídeos hechos por seguidores de grupos terroristas islamistas en los que se mostraban anuncios de todo tipo, incluidos del propio Gobierno británico y de muchas empresas. Desde entonces empezó la cadena de suspensiones de contratos publicitarios con YouTube.
Empresas competidoras
Se da la circunstancia de que AT&T y Verizon son compañías de telecomunicaciones que quieren empezar a competir con Alphabet por la tarta de la publicidad digital, y están creando plataformas de vídeo y de anuncios, según informa el Wall Street Journal.
Pero estas no son las únicas empresas que han expresado sus quejas por esta práctica de YouTube. Hay muchas de otros sectores que nada tienen que ver con Alphabet.
Además de las dos operadoras, la farmacéutica GlaxoSmithKline o Johnson & Johnson y la empresa de alquiler de coches Enterprise han anunciado también la suspensión del gasto publicitario en Google, con la excepción del buscador. Otras como el diario The Guardian, las automovilísticas Volkswagen, Audi, el banco HSBC o la de belleza L’Oréal han reducido significativamente sus inversiones.
Este martes la empresa ha anunciado cambios en su algoritmo para evitar incluir anuncios en los contenidos más polémicos.
No es responsable del contenido
YouTube incluye anuncios de forma automática en los vídeos que suben los usuarios. No es responsable de los contenidos, según explican responsables de la Unión Europea a Teinteresa.es. Así, YouTube no tiene la obligación legal de controlar o censurar los vídeos que alberga en su plataforma, porque es considerada un sitio de tecnología en el que los usuarios emiten sus propias creaciones y no un medio de comunicación, que sí es responsable del contenido.
«Aunque ya hemos reconocido que no hay un sistema 100% perfecto, creemos que los pasos que estamos tomando van a proteger aún más las marcas de nuestros anunciantes y estamos comprometidos a vigilar y continuar mejorando», asegura Google a este diario remitiéndose a un comunicado de Philips Grijander.
Alphabet obtiene el 17% de sus beneficios con la inclusión de la llamada “publicidad programática” (anuncios automáticos que salen en los sitios de internet en función de los datos que se conocen del usuario). El año pasado obtuvo más de 15.000 millones de euros en este concepto, gestionado por sus marcas AdSense o AdExchange. Además, recibe un porcentaje, que oculta, por anuncios en plataformas propias como YouTube. Su principal fuente de ingresos, de momento no afectada por la polémica, es el pago por anuncios que salen como los primeros resultados de búsquedas por términos en su busca