Contenido patrocinado
La recesión económica vivida en 2009 puede quedar como una simple anécdota si la comparamos con la caída del PIB prevista para el año 2020. O al menos, así se desprende de las proyecciones macroeconómicas de la economía española que recientemente ha publicado el Banco de España.
La crisis sanitaria provocada por el COVID-19, junto con la posterior declaración del estado de alarma y el confinamiento de la población, han dibujado un escenario económico verdaderamente aterrador. Para la entidad supervisora, el PIB español podría llegar a hundirse este año en un rango que va desde el -9% hasta el -11,6%.
Cómo puede evolucionar la actividad económica
El Banco de España maneja dos posibles escenarios. En un primer escenario de recuperación temprana, basado en que no haya rebrotes significativos del virus ni obstáculos imprevistos de naturaleza económica o financiera, el PIB español se hundiría un -9% este año y repuntaría un 7,7% en 2021 y un 2,4% en 2022.
En este escenario optimista, el déficit de las Administraciones Públicas se elevaría hasta el -9,5% en 2020 y se reduciría al -5,8% en 2021 y al -4,8% en 2022. Por su parte, la tasa de paro se situaría en el 18,1% este año, y en el 18,4% y 17,1% en 2021 y 2022, respectivamente. Por último, el ratio de deuda pública se dispararía desde el 95,5% del PIB con el que se cerró 2019 hasta el 114,5% del PIB este año.
En el escenario de recuperación gradual, en el que no se descarta la aparición de nuevos brotes de la pandemia (aunque de menor virulencia) ni el surgimiento de daños económicos más graves, la reactivación económica sería mucho más lenta. En concreto, el PIB retrocedería en 2020 un -11,6%, y repuntaría un 9,1% en 2021 y un 2,1% en 2022.
En este segundo escenario, el déficit de las AAPP se dispararía al -11,2% en 2020 y disminuiría en los dos años siguientes al -6,8% y al -6,1%, respectivamente. El paro, mientras tanto, se dispararía hasta el 19,6% este año, para menguar al 18,8% en 2021 y al 17,4% en 2022. En lo que respecta a la deuda pública, esta repuntaría hasta el 119,3% del PIB a finales de este año.
El Banco de España no se atreve a descartar un tercer escenario de recuperación muy lenta, que vendría provocado por un repunte sustancial de las infecciones y que requeriría de confinamientos severos adicionales.
En este escenario de riesgo máximo, el retroceso del PIB en 2020 alcanzaría el -15,1% y la tasa de desempleo se dispararía al 23,6%. En 2021 el PIB crecería un 6,9% y la tasa de paro tendría un pequeño repunte más, hasta el 24,7% de la población activa.
¿Qué opciones hay para los ahorradores?
No se recuerda una etapa de tanta incertidumbre económica desde hace muchos años. Inevitablemente, esta situación se traslada al ahorro familiar. Los expertos coinciden en que no se avecinan buenos tiempos para los ahorradores. En estos años difíciles, las cuentas de ahorro y los depósitos a plazo fijo son los activos más seguros disponibles.
Si finalmente la situación se prolonga y octubre da lugar a un rebrote, es muy probable que vivamos en un grave periodo de austeridad y recesión. El reto estará en encontrar opciones que ofrezcan una buena rentabilidad, como puede ser el caso de los depósitos a plazo fijo de Raisin, que en los últimos meses han reportado una subida en los tipos de interés llegando hasta el 1,06% TAE a un año.